Si antes he escrito aqui sobre excusas, siempre ha sido para darle cierto sentido de bases sólidas en las cuales descansan muchas de nuestras acciones. Pero como bien aprendemos en nuestra sociedad, las excusas no son vistas como razones de peso, sino mas bien como mentiras inyectadas en esas decisiones para no tener que explicar mucho... o para evitar la culpa de decisiones que Sabemos, no son las mas adecuadas.

Pero somos todos adultos, decidimos y aprendemos a vivir con las decisiones tomadas... Somos (heh) lo suficientemente inteligentes como para entender que no existen distintas definiciones para lo que debe ser considerado malo o bueno dentro de los conocidos contextos, y las reglas por las cuales vivimos. Pero, como siempre lo he expuesto, cada quien da un valor agregado muy diferente a cada acción y decisión; lo único que va dentro de un acuerdo mundial es el hecho de que las decisiones sólo se viven, no se reviven.

Las consecuencias son nefastas, y nunca positivas. Las decisiones son, o deben ser, esas bases sobre las cuales apoyar futuras decisiones... no excusas baratas de nuestro rumbo o la forma en la cual recorremos ciertos caminos. El asunto esta en las dimensiones que cada quien es capaz de darle a esa idea, tanta inteligencia y tanto razonamiento contenido en pequeñas cabezas que andan por alli conectándose cada vez con más y más perspectivas.

Lo importante en sí de este post no es ponerse muy profundos en el tema, pero si hacer ver la importancia de las dimensiones que le damos a las decisiones tomadas; depende siempre de un punto de vista interno y no externo. Son plantadas en nuestro camino y se manejan entre razones, excusas, dudas y buenas/malas intenciones... siempre y cuando se disfrute lo realizado y los colores guíen las ideas.