15

0 voices



Mi mente muchas veces soñó con 15 antes de conocerlo, soñaba con una personalidad autodestructiva y romántica a la vez, un ser humano que arrastrase mucho peso de culpa y resentimiento desconocido, pero que a su vez fuese tan capaz de transmitir paz a otros. Soñé muchas veces con la idea de alguien que pudiera hacerme callar fácilmente y perder por completo mis tan valientes ideas tan sólo con una mirada. 15 era esas cosas y muchas más.

Su barba es hasta hoy mi favorita, siempre le dije que era el escudo que me protegía de enamorarme de su cara de niño escondida detrás de esa defensa a veces tornasol y tan furiosa. Su mirada, respiración y caminar eran torpe en ocasiones pero tan adorables al mismo tiempo, tanto que no parecían parte de su tan brusca presencia. Muchas cosas sobre 15 que podría sentarme a relatar; sus maravillosas habilidades culinarias, su cruda voz al cantar y su a veces incomprensible necesidad de abrazar al dormir. Pero más que muchas cosas, esa imagen que tantos tienen de él, en comparación a una idea quizás ingenua que yo sigo defendiendo en el estrado.

Sin tener que conversar mucho, supe rápidamente sobre su inconformidad con la idea de familia, y esa armadura que él mismo construyó para crecer como persona desde muy temprano. Una gran madurez fue siempre visible aunque ignorada por el mismo, a pesar de su comportamiento en relaciones de pareja... y es que siempre he dicho que es muy cobarde señalar a quien tiene cierto patrón de relaciones, sólo porque es distinto al nuestro. El teme a todo, y en eso puedo entenderlo porque es un reflejo de lo que yo vivo.

15 me otorgó mucho en un momento de gran necesidad; no lo vi venir porque mi mente y corazón estaban velando de manera muy oscura y deprimente luego de aquellas promesas rotas por 14. Él apareció en un momento de increíble desesperación luego de uno de los golpes más grandes que he recibido, y sin saberlo, supo devolver a la vida en muchos aspectos. Hoy escribiendo esto me doy cuenta que mis sentimientos hacia él comenzaron siendo de agradecimiento.

Yo era una simple bolsa de desperdicios cuando 15 vino a hurgar en mi, en un momento de mi vida en el que pensaba que no tenía nada que ofrecer a nadie porque había entregado mi ego a mi peor enemigo para ser asesinado. 15 probablemente nunca supo sobre esto, y quizás nunca lo llegue a saber pero no es importante, porque su participación fue probablemente así de positiva por desconocer tanto sobre mí.

Extraño sus desayunos sobrecargados de tocineta, y el olor a cigarro de su apartamento, muebles, ropa y cama. Extraño su timidez en la intimidad y la necesidad de cubrirse con una sábana, cosa que lo hacía tan vulnerable, tan alcanzable y tan divino. 15 fue, aunque corto, un gran momento de transformación en mi vida, más que los otros 14. Su participación trajo fe y alimento a mi ego, porque yo simplemente no era capaz de levantarme por mi misma en ese momento.

Luego de una definitiva despedida, 15 no volteó su mirada y siguió por siempre su tan aventurero rumbo, para luego de un año aparecer con ideas que sonaban a libreto de película romántica, pero que terminaron siendo escenas en vivo de una especie de transición que él estaba viviendo, la cual por alguna razón que aun desconozco, me involucro a mi. Existieron verdades dichas, y planes realizados de la forma más infantil, para terminar en un mismo punto inicial de lejanía y desconcierto. Este lunes en especial significó tanto terror para mi, que creo no ser la misma que fui el dia anterior.

Nunca esperas que algo o alguien derribe tus fortalezas tan fácilmente, y ese lunes me vi abrazando todo lo que 15 tenía que brindar, sin mirar mucho a mis propios ideales mientras me juzgaban y exaltaba a gritos la locura que estaba cometiendo no solo en acción, sino en admitir unirme a esta carrera de planes transparentes. Hasta hoy no logro saber de dónde vino esa ola de energías y de propuestas, y tampoco se que sucederá luego, solo se que he visto mi lado debil, y me aterra. Sé que de haber pasado más tiempo juntos, me hubiese enamorado y quizás fue mejor que todo terminara por distancia continental, por mucho tiempo mi cuerpo sintió que no había tenido suficiente de él y sus desayunos, de él y sus abrazos, de él y su barba, de él y su misterio.

La vida volvió a unirnos en ese punto al cual él voló lejos de mí, y debo admitir que la vida se jugó una carta de comedia al ubicarlo en mi plano personal por ser quien trabajase en el mismo departamento de 20. La misma sonrisa que muchas veces adore, la vi reflejarse en mi cara al ver lo feliz que yo estaba con mi actual situación. Solo entonces sonreí de vuelta al comprender lo que yo significaba para él, y escucharle decir lo mucho que se alegraba de mi felicidad. 15 nunca fue o será una constante, pero si alguien cuya felicidad me hará sonreír siempre.
Read On

13

0 voices



13 tiene mucho tiempo siendo parte de mi vida, pero su parte en estos relatos se enfocará un poco más en un último capítulo que compartimos. No digo con esto que el resto de su participación fue menos importante, al contrario, fue por este último capítulo que afiance lo que él significa para mí y el gigante efecto que ha tenido su tan cruda y honesta amistad, una amistad que ya sea en Egipto o en Apure, siempre tendré en "speed dial."

Si alguien me ha hablado con la verdad de frente siempre, ha sido 13 con su característico humor negro, irónico, y siempre muy libre de culpa. Por bastante tiempo he apreciado esa forma de ser que tiene y la forma en la cual esa influencia se ha implantado en mí durante todos nuestros años de amistad. Porque si, este es el primer amigo del que escribo acá, no por ser el más o menos importante, sino porque de esos amigos que han terminado en situaciones distintas conmigo, solo 13 supo darle un estilo cómodo, fresco y auténtico sin ningún tipo de tramas escondidas bajo acciones con dobles sentidos, en otras palabras, lo que 13 y yo compartimos fue una amistad que probó todo tipo de libertades de la manera más limpia. Quizás él este más agradecido que yo al saber que pudo tener algo así con una amiga sin caer en enredos emocionales.

No considero que esta experiencia que hubo con 13 tuviese un comienzo o un final, sino más bien una última etapa que de cierta forma los dos fuimos empujando en negación, hasta que nos vimos enfrentándola con suficiente animosidad luego de jugar con la distancia entre su cama y la silla de la computadora. No hubo nunca peligro alguno de ningún tipo en términos amorosos, porque los dos estábamos sencillamente alimentando necesidades similares en momentos de nuestras vidas lo suficientemente oportunos.

Si me preguntaran alguna queja que tengo sobre 13, fue que no logramos aprovechar el tiempo que tuvimos como se pudo; ese capítulo cerró por causas que asumo en su totalidad pero considero que pudimos habernos divertido mucho más. Y lo que hemos sido desde entonces es simplemente lo que siempre fuimos, se que siempre podré contar con él para burlarnos de mi elección de parejas, o criticar mis finanzas; 13 siempre será 13. Su búsqueda de la felicidad parece haber sido inminente y quisiera darme un poquito de credito por aquel diciembre fallido que le da cierto sountrack a su actual status amoroso, aún cuando él en ocasiones me hace sentir como ese grupo de numeros que han decidido excluirme de ciertos capitulos de su vida, y supongo que he hecho las paces con eso. Siempre que 13 vuelva a mí, yo sonreiré y sé que siempre responderá a mis mensajes, sean o no sobre computadoras.
Read On

6

0 voices



6 será siempre recordado por su sonrisa incluso al dormir, por su cabellera y facilidad de parecer tan ingenuo. Llegó a mi vida de manera bastante dramática y desde el día uno no pude evitar sentirme débil sólo de verlo, esos seres humanos que parecen emanar una belleza más allá de lo físico, que se proyecta en tí como una fotografía eterna. Debo admitir que siempre me sentí intimidada por su apariencia, y porque probablemente nunca supe disimular lo atraída que me sentía.

Era el amigo del amigo, y en nuestra relación siempre hubo un instinto de riesgo. Muy pocas veces antes me habría atrevido a demostrar mis intenciones o mis deseos como lo hice con 6. Hubo miedo en un principio, porque su personalidad regala sonrisas por doquier mas no significaba que él estuviese maquinando las mismas ganas que yo maquinaba en mi cabeza,  cada vez que nos encontrábamos en reuniones sociales de amigos en común. Su sonrisa hacia mi siempre fue como gasolina, en mi mente todo podría ir mal, él podría bien no estar interesado pero mi mente reacciono de manera bastante egoísta. Sin importar que, iba a caminar hacia esa atracción.

Hubo respuesta, exactamente como la espere y llena de increíble espiritualidad. Nuestras interacciones siempre fueron monotemáticas, extensas, llenas de entendimiento y a la vez tanto misterio; considero que nunca dejamos de tratar de comprendernos el uno al otro, nuestras visiones de ambos siempre fueron secretas para el otro y hasta cierto punto, fue suficiente para alimentar esa relación tan extraña, de querer tenernos pero no lograr entendernos. Por luego de cada intermedio analitico, había tanto que desconocíamos, y a la vez tanto que nos hacía rechazarnos.

Hasta el día de hoy aún considero uno de mis momentos favoritos despertar y verlo dormir, con esa característica sonrisa que probablemente él nunca supo permanecía en su cara una vez quedaba inconsciente; pero que yo aprendí a leer y valorar tanto. Recuerdo aquella noche de vino derramado en sus sabanas blancas, y aquella cancion de U2 que no dejo de sonar en modo repeat con tonos ultravioleta… La última vez que vi esa sonrisa fue el día que me fui para nunca más volver a lo que éramos.

Hubo mucho durante esos meses que agradezco, no sólo lo bien que 6 me hacía sentir, sino la transparencia de sus sensaciones; creo que podría casi asegurar jamás haber conocido otra persona tan abierta a sus propias emociones, sin temer sentir algo inesperado o doloroso. 6 estaba completamente conectado a su cuerpo y mente, una relación que me parecía tan divina y que me atrapó de forma desconocida.

Si tuviese que definir la razón por la cual lo nuestro terminó tendría que mencionar tres cosas: falta de comunicación de parte de ambos, discrepancia en lo que los dos esperábamos obtener con lo que teníamos, pero sobre todo mucho ego. Y en este último hablaré por mi misma, porque a menos que 6 se sentara a escribir conmigo (y en realidad cualquiera de los otros números), no podría afirmar alguna posición que desconozco. Lo que tuvimos terminó antes de convertirse en algo predecible y con desenlace aburrido, y debo admitir que esa mística de haber terminado antes de tiempo es lo que más atesoro de nuestra historia.

Mi ego siempre ha sido bastante poderoso cuando es puesto frente a alguna persona que parece quitarle fuerza para ser otorgada al corazón. Mi ego sabe lo mucho que temo a querer y a involucrarme emocionalmente, y no lo sabe porque yo se lo he hecho claro, sino porque ha visto repetidas veces como los resultados no son los más oportunos; sin embargo es una conversación que tendré con uds más adelante.

Mi ego sabía lo que 6 estaba provocando en mí, y lo mucho que estaba disfrutando esas sonrisas en la mañana y todo lo demás que representaba, así que cortó por completo la comunicación, asumiendo que a menos que un único camino fuese definido, no había más que hacer. Mucho tiempo lo culpe por no haber intentado algo más, pero no fue sino hasta después que comprendí que ese único camino no iba a ser formado por nosotros, o al menos siendo quienes éramos en ese momento. No fue sino hasta mucho después que pudo haber un cierre apropiado a esa historia, comprendiendo todo esto durante una cena en una conocida terraza con pizzas de todos en Maracaibo, simplemente cada quien tenía una versión diferente a nuestra sincronizada desaparición.

Él lo expresó de esa forma, y hasta entonces siempre pensé que había sido otra historia de entrega fallida, asumiendo que yo quise entregar mi corazón y simplemente él no quiso recibirlo, y por eso 6 se había alejado luego de esa última mañana; pero no fue él solo quien se alejó, yo también lo hice porque mi vida no estaba lista para una relación en la cual mi esencia iba a ser disminuida a tanto por su tan agraciada influencia en mi.

Hoy aún pienso en esas mañanas y esa sonrisa, en esos gustos musicales tan inspiradores y en las manchas de vino sobre sus sábanas cada vez que sonaba U2 a altas horas de la madrugada, ultraviolet por siempre tendrá una entonación llena de picardía y entrega; sin embargo su camino poco a poco se alejó más del mío hasta el punto de ver cómo se unía a otro. El ha alcanzado esa felicidad que muchos otros definen, y que parece hacerle tan bien en su vida. Hasta hoy hacían falta dos cosas para poder sentirme contenta por su felicidad, una era asumir que no era él quien iba a hacerme feliz y dos soltar su historia.

Read On

Is Out Now

0 voices


Hace bastante tiempo no escribo en este blog, y hace bastante tiempo no escribo en español. La verdad, dudo alguien este leyendo en este momento. Hace varios años decidí escribir sobre ciertas personas que fueron parte de mi vida, y acumularon capítulos inconclusos, para ser más directa, comencé a escribir sobre cada hombre que ha inspirado uno o varios posts en este blog desde que comenzó en el 2005.

Cuando comencé a escribir aquel proyecto, mi furor por este blog era algo latente y las palabras fluían sin parar. No existían muchos filtros, más que lo críptico de mi estilo, y había bastante valentía en mis acciones. Pero con el pasar de los años, y como mi vida fue cambiando, mis visitas a aquel archivo se hicieron menos valientes, y eventualmente abandoné el proyecto por un largo rato.

Hoy sé que lo que pensé aquello sería nunca será, y si le debo honor a las palabras ya escritas, debo compartirlas de alguna forma para no dejar que mueran en un Google Doc al que solo Diana tiene acceso. Por lo que comenzaré a publicar los chunks más significativos acá, sabiendo que aún si ninguno de ellos (números que protagonizan este asunto) lea esto, al menos yo solté lo que quería soltar.
Read On

Andrea


I can't seem to escape this place.
The need to feel this way is bigger than me.
I may be happier than I've ever been, but I still enjoy the blue corners.
I seem to play certain songs,
Draw certain lines,
Play with certain memories.

I can't seem to avoid this side of me.
The one that acknowledges the past,
Smiles at it, and comes back to a blog to write a few lines.

Because, why not?
Read On