Yo tenia 15 años cuando lo conoci, era un muchacho inspirador parecia tener siempre las respuestas a todas mis preguntas y eso me daba seguridad, un muchacho expresivo, feliz, deshinibido todo lo que podia hacerme feliz en ese momento. Yo una carajita que nunca me habia enamorado mas habia soñado con eso muchas veces, con la mente siempre un paso mas alla de lo que estaba sucediendo, justo lo que el necesitaba.Sucedio que nos conectamos de una forma que jamas habiamos sentido pienso que fue porque nos vimos reflejados en el otro. Por razones del destino, universo, inmadurez, etc... nunca estuvimos realmente juntos, no fisicamente mas en mente siempre nos acompañabamos, nuestro amor se convirtio en odio y tormento (es cierto eso de que la linea entre el amor y el odio es muy delgada pero realmente son bandos opuestos? o uno es complemento del otro?)...
El tiempo pasaba y nuestro vinculo se fortalecia, no por querernos, sino por idolatrarnos; yo pensaba que el era la unica persona que me hacia conocerme y saber quien era, el pensaba que yo era la unica mujer con la que jamas podria estar, que nunca aceptaria mi amistad porque no necesitaba ser mi amigo mientras no fuera completamente suya... pasaron los años y el vinculo se convirtio en piedra que no se podia romper aun cuando ambos estabamos en caminos separados, yo siempre busque tener contacto con el, solo que este lo impedia por sentirse herido. Hoy en dia no nos hablamos, y la piedra se ha comenzado a convertir en polvo...
Hoy me estoy liberando de mi Zahir, contando mi historia, viviendo momentos, dejando las cargas que me pesan. Quizas no lo hago porque en realidad me pesa, sino porque no me queda otro camino, el hizo su vida aparte de la mia y no lo impedi o trate de impedirlo... por su lado fue lo mejor que pudo haber hecho y por el mio? no lo se con certeza y no siento ganas de querer averiguarlo; solo se que el es (o era...?) mi Zahir y hoy me libero de este.
P.D.: "El Zahir, algo que una vez tocado o visto nunca se olvida y llena el pensamiento hasta llevarnos a la locura" Jorge Luis Borges.
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