13



13 tiene mucho tiempo siendo parte de mi vida, pero su parte en estos relatos se enfocará un poco más en un último capítulo que compartimos. No digo con esto que el resto de su participación fue menos importante, al contrario, fue por este último capítulo que afiance lo que él significa para mí y el gigante efecto que ha tenido su tan cruda y honesta amistad, una amistad que ya sea en Egipto o en Apure, siempre tendré en "speed dial."

Si alguien me ha hablado con la verdad de frente siempre, ha sido 13 con su característico humor negro, irónico, y siempre muy libre de culpa. Por bastante tiempo he apreciado esa forma de ser que tiene y la forma en la cual esa influencia se ha implantado en mí durante todos nuestros años de amistad. Porque si, este es el primer amigo del que escribo acá, no por ser el más o menos importante, sino porque de esos amigos que han terminado en situaciones distintas conmigo, solo 13 supo darle un estilo cómodo, fresco y auténtico sin ningún tipo de tramas escondidas bajo acciones con dobles sentidos, en otras palabras, lo que 13 y yo compartimos fue una amistad que probó todo tipo de libertades de la manera más limpia. Quizás él este más agradecido que yo al saber que pudo tener algo así con una amiga sin caer en enredos emocionales.

No considero que esta experiencia que hubo con 13 tuviese un comienzo o un final, sino más bien una última etapa que de cierta forma los dos fuimos empujando en negación, hasta que nos vimos enfrentándola con suficiente animosidad luego de jugar con la distancia entre su cama y la silla de la computadora. No hubo nunca peligro alguno de ningún tipo en términos amorosos, porque los dos estábamos sencillamente alimentando necesidades similares en momentos de nuestras vidas lo suficientemente oportunos.

Si me preguntaran alguna queja que tengo sobre 13, fue que no logramos aprovechar el tiempo que tuvimos como se pudo; ese capítulo cerró por causas que asumo en su totalidad pero considero que pudimos habernos divertido mucho más. Y lo que hemos sido desde entonces es simplemente lo que siempre fuimos, se que siempre podré contar con él para burlarnos de mi elección de parejas, o criticar mis finanzas; 13 siempre será 13. Su búsqueda de la felicidad parece haber sido inminente y quisiera darme un poquito de credito por aquel diciembre fallido que le da cierto sountrack a su actual status amoroso, aún cuando él en ocasiones me hace sentir como ese grupo de numeros que han decidido excluirme de ciertos capitulos de su vida, y supongo que he hecho las paces con eso. Siempre que 13 vuelva a mí, yo sonreiré y sé que siempre responderá a mis mensajes, sean o no sobre computadoras.

0 voices:

Post a Comment